jueves, 3 de diciembre de 2015

EL FAUNO BIPOLAR

A propósito de la repartición de los panes del fondo cinematográfico de El Fauno 


Esta vez voy a decir las cosas a la tica, que no tengo ánimos de morir quemada ni aunque me juren que un día la voz de la azafata dirá: Señoras y señores, bienvenidos al Aeropuerto Internacional Cata Botellas.
Una sola alegría me dio el veredicto del Fauno, y no sólo no pienso decir cuál fue, sino que, respetable cineasta, le aseguro que fue el premio a su proyecto. Estoy feliz por usted y nadie más que usted.
A partir de aquí, los demás resultados fueron como cuando a una le baja la regla, tras nueve mil dólares gastados en un tratamiento de fertilidad.
La culpa de este desencanto fue lo bien precedido que venía el concurso por el fondo. El calentón previo era grande y prometedor: el PAC como gran ilusión a la que me niego a renunciar; la ministra y su vice; un fondo caudaloso, un espíritu progresista, un campo audiovisual en expansión y sobre todo ya no tan ajeno a lo que pasa “allá afuera”. La producción audiovisual tica empezaba a tener miras por encima de lo folclórico, lo pintoresco, lo típico, labriego y sencillo y la virgencita que parió todo lo anterior.
Yo pensaba que el Fauno iba a premiar lo osado, lo nuevo, lo “progre”, lo irreverente… por pura estrategia política, ojo; creí que este Fauno era una táctica parte de una gran estrategia. Cualquiera sabe que lo crucial es afilar bien la punta de la lanza. Pero ya ven, ni siendo malpensada acierto una.
Lo otro que alimentó esperanzas en un maravilloso cambio general, es la nueva línea del Festival de Cine de Costa Rica, la cual es: aquí se acabaron los pobrecitos, las buenas intenciones, las vacas sagradas y sus poladas. Vamos a subir el nivel aunque nos quedemos desiertos, habrán dicho. La nueva línea del Festival apunta sin miramientos a subir el nivel, aunque sea con algunos daños colaterales sangrantes. Y me parece bien. Lo respaldo. El dolor de crecer es mil veces preferible al dolor de encogerse.
Buena iniciativa la del Festival que, lastimosamente, a la vista de los resultados del Fauno, nos mete en la siguiente paradoja: en años venideros el Festival de Cine no hallará aceptables las producciones que habrá respaldado el Fauno.

Un fallo, un mal bucle en la matrix, y el Fauno nos salió bipolar.